Siempre junto a ti un día tu me dijiste

domingo, 24 de julio de 2011


Ella era fría, fría. Nunca decía nada o, si lo hacía, formaba las palabras de una forma para que no se notara demasiado su “ternura”. Ella era retirada, retirada. Creía que era agobiante tener una iniciativa con los demás sin ser llamada antes. Ella era una relacionada bipolar, bipolar. Siempre se comportaba de la misma forma, aunque los otros señalaran lo contrario. Ella se guardaba todo, todo. Amontonaba sus deseos, y sus sentimientos se ubicaban como un papel arrugado en uno de los rincones de sí misma que ella misma adaptaba. Ella era despreocupada, mucho más que despreocupada, orgullosa. No podía bajar su punto, era difícil, pero sí se disculpaba cuando tenía que hacerlo, aunque odiaba equivocarse.
Ella odia ser la anónima que antes era primordial.
Ella, a pesar de ser dura, dura, era la que te quería, te quería, más que a nada en la vida… Sí, MÁS QUE A NADA EN LA VIDA

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