Siempre junto a ti un día tu me dijiste

martes, 29 de marzo de 2011


Creo que algún día echaré de menos esto, cuando me vaya, cuando el amanecer me alcance y ya no pueda abrir mis ojos. Y es que son tantas cosas, tantos momentos que han hecho de mi la persona que soy ahora... La gente que puedo conocer, la que conocí. Esas personas que me traicionaron y las que aún siguen conmigo y es que hoy, hoy no sé cómo dar las gracias por este regalo tan grande que se me viene encima, por todo. Las sonrisas a veces efímeras y otras prolongadas. Los complejos que espero se vayan con los años y me dejen empezar a quererme algo mas, esos que me han enseñado que las cosas son como son, que tenemos que luchar por lo que queremos. Y es que mi vida es corta, y es que es ahora cuando empieza realmente... Y miro a mi alrededor y todo lo que he pasado, lo que he llorado y lo que he reído. Miro a mi alrededor y los rostros de las personas a las que amo vienen a mi mente, esas que siempre cuidan de mi, las que cuidaron de mi y un día decidieron irse.
Cuando nunca te imaginas que una llamada te pueda sorprender en el istituto, en el día antes de tu cumpleaños, o cuando regresas a casa después de clase, cuando aun eres una niña inocentona y te rompen de pronto años con un par de palabras, con un mar de lágrimas ahogadas. Años en los que fuiste feliz con una persona y la ves lejos, la ves inerte. Y lo peor lo peor es que no puedes ir a verla por ultima vez, decirle lo que la quisiste, lo que fue necesaria en tu vida y es que a pesar de ser una cría hoy os echo de menos y sé que siempre lo haré. Y sin pretenderlo las personas, las circunstancias de la vida, te enseñan cosas, cosas realmente importantes. A veces sientes que caes y ya no te levantas no por que no puedas, simplemnete porque no te da la gana. Entonces aparece él, él con su sonrisa y sus ganas de comerse el mundo, él con su ansia de vivir, de que vivas a su lado.
Gente, un puñado de seres humanos pueblan tu camino durante años y sabes que muchos se irán pero que otros muchos se quedarán de principio a fin. Y cuando decides pararte por un segundo, pararte a respirar esta nube de humo, pararte a sentir como el viento recorre tu rostro y tus ojos observan la ignorancia de la humanidad, cuando decides pararte por un segundo y olvidar todos los problemas que ahora tienes, todo lo malo, todo lo bueno. Todo se va y tu te sientes dichosa de estar allí de parar la frenética rutina que va marchitando tus días y sientes que debes salir, reir, ser feliz. Apreciar cada detalle como si fuera único, vital para respirar, necesario para sonreir, será porque cuando una persona está ahí y olvida los pequeños detalles de la vida deja de estar.
Si, no lo dudes, te haran daño, te pondrán trampas y encerrarán en una habitación oscura a tu sonrisa, pero siempre quedará algo estes donde estes, esa pequeña esperanza, ese pequeño latir de un corazón y esas ganas de pararse a observar, verás entonces que no te va tan mal. Y es que la gente está demasiado ocupada en pagar el aire que respira que se olvida de respirarlo a pleno pulmón. Cada paso que des, cada despedida, cada lágrima, cada risa, cada momento serán únicos e irrepetibles. Disfruta al máximo, probablemente no tengas otra vida para hacer lo que no hiciste, vive el presente, rememora el pasado, deja que tus pasos hagan tu futuro...

No hay comentarios: