Siempre junto a ti un día tu me dijiste

martes, 15 de noviembre de 2011

Puede que no sea la mejor opción, puede que nos equivoquemos, puede que tropezemos mil doscientas cincuenta y cuatro veces con la misma piedra y que nos sangren las rodillas de tanto caer. También puede pasar que la llama se apague, y que el corazón deje de latir. Pero es un riesgo que tenemos que correr si queremos que cuando nos besemos seamos una misma persona. Tenemos que hacerlo para conseguir un choque en la cabeza al vernos. Para poder decir, es a él a quién quiero y no a cualquier otro..

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