Siempre junto a ti un día tu me dijiste

miércoles, 22 de junio de 2011


Hacer desaparecer ese miedo que te tira abajo, ese miedo que no te deja acercarte y no te deja crecer. Darte cuenta que después de tanto todos seguimos siendo los mismos, y que hasta de las cosas más feas todos supimos aprender. Creer que cada día es el último y no dejar nada sin hacer, pero también confiar en que es el primero y empezar algo nuevo cada vez. No desconfiar cuando hay que correr. Jugar con todo, con risas y llantos, con miradas y con chicos, en broma y con seriedad, son cosas que te ayudar a forjar esa amistad. Nunca darte por vencido porque siempre tenés otra oportunidad para ganar. Demostrarle que fue bueno, pero fue, aunque le duela la verdad. Muchas veces no nos gusta la realidad, pero hay que aceptarla, es la única que hay, y duele más si no la queres ver. No odiar porque nadie es tan importante como para ser odiado ni tan fuerte para nunca ser lastimado. Compartir las cosas buenas que son muchas o pocas, dependiendo de con que ojos mires y de que forma te toca. Observar cada día desde un punto de vista diferente, porque uno no aprende al ver paisajes nuevos si no al ver el mismo paisaje con nuevos ojos. Valorar a los que te respetan y nunca dejar de respetar. Nunca dejar que te pisen y que te quieran superar. Que la vida no te pase por al lado y no puedas aprovechar. Confiar en tus AMIGOS, de los que están en los dedos de tus manos, que aunque los pierdas en algún momento, los vas a volver a encontrar. Esos amigos que son hermanos y que estuvieron al lado hasta cuando no sabían como ayudar. Saber que siempre va a haber alguien con quien puedas contar. Y disfrutar porque la vida es una sola y nunca es tarde para empezar a ser feliz. No asustarse del cambio, siempre animarse a probar. Tener en cuenta que lo más grande siempre va a ser el valor de la amistad. Entender que las verdades mienten y que muchos ni de los errores aprenden. Acordarse que las personas no cambian, lo que cambia es la forma en que vos ves a las personas, el aspecto que de éstas conocés y cuesta aceptar que alguien querido no es como creés. Aceptar que realmente hay cosas que no valen la pena llorar. Llorar por causas que se merezcan y aunque te

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