No voy a escribirte una carta, ni voy a bailar una de esas canciones lentas agarrada a ti, es más, ni siquiera habrá una canción que sea nuestra canción. No voy a perder el tiempo diciéndote lo mucho que te quiero o lo mucho que me haces enfadar. No quiero caer bien a tus padres o que tu caigas mal a los míos. No voy a ponerte mil palabras que te digan lo que siento por ti. ¿Por qué? Básicamente porque después se acaba todo ¿y qué viene después? Llantos, lágrimas, penuria y malos pensamientos. Prefiero vivir el día a día contigo, riéndonos y pasándolo bien, evitando los enfados siempre que sean posibles y sólo eso, vivir el momento junto a ti, disfrutar de cada palabra que sale de tus labios, cada sonrisa que me enseña tu boca, cada silencio que da paso a tu pensamiento.
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