¿Sabes lo que era tener el valor para verte cada día, decirme lo que pensabas, decirme lo que sentías, quererme con ese cariño único que quizás nadie me ha entregado ni nadie lo hará y simplemente quedarme en completo silencio?
Claro que no lo sabes, porque eso no es tener valor, eso es ser cobarde, no poder decir mis sentimientos, no poder demostrarlos ni responder a tus preguntas...
Pero es que cada vez que me acercaba a tí, simplemente las palabras de mi boca no salían, los sentimientos no podía demostrarlos, ni siquiera podía pensar en algo...

Y aunque no lo sepas, ni lo pienses... Puede que ahora fuera cuando pudiese gritártelo...Gritarte que...
Te quiero.