Siempre junto a ti un día tu me dijiste

domingo, 12 de septiembre de 2010

aprenderas

Aprenderas la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma, que el amor no significa acostarse y una relación no significa seguridad; Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas, comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir todos tus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer al vacío en la mitad.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado, aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas;
aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma... descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de la vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de las distancias, y que no importa qué es lo que tienes, sino a quién tienes en la vida y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian.
Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, sólo por el placer de disfrutar su compañía.

Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuándo será la última vez que las veamos.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una tumba ya no tiene ningún sentido. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queramos imitarlos para mejorar. Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto.
Aprenderás que no importa a dónde llegaste, sino a dónde te diriges y si no lo sabes, cualquier lugar sirve...
Aprenderás que si no controlas tus actos, ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuán delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias...
Aprenderás que la paciencia requiere mucha práctica.
Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene más que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho más de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que nunca se debe decir a un niño que sus sueños son tonterías, porque pocas cosas son tan humillantes y sería una tragedia si lo creyese porque le estarás quitando la esperanza.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da el derecho a ser cruel.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Descubrirás que sólo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben cómo demostrarlo... No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo. Con el tiempo aprendes que
disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Aprenderás que con la misma severidad con que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado.
Aprenderás que no importa en cuántos pedazos tu corazón se partió,
el mundo no se detiene para que lo arregles. Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por compañía a tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y sólo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que
podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía más.

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